miércoles, 30 de abril de 2014

9...14...30.

Llegaste a mi vida cuando menos lo esperaba pero también cuando más lo necesitaba porque estaba sola, porque creía que darle la oportunidad a alguien no tenía sentido porque las cosas no iban a funcionar y yo nunca me iba a enamorar, pero pasó y a decir verdad, no fue fácil, ni lo es, el estar juntas.
Superamos y venimos superando cosas muy difíciles, pasamos por momentos feos en los que el orgullo y el pasado nos jugaron una mala pasada, pero estamos pudiendo salir adelante y eso es porque cada vez te amo más, porque con cada pelea que pasa nos estamos dando cuenta que vale la pena estar juntas, porque cada vez me siento completa y feliz contigo, cada momento vivido quedaba marcado en mi, cada minuto que paso contigo es todo para mi.
Hoy soy muy feliz porque te tengo conmigo, podría decir que todo parece perfecto, quizás lo es o quizás quedan un par de detalles que solucionar pero estoy segura que si te tengo a ti,  no podría pedir nada más. (Solo pediría que nunca te vayas de mi lado) Suena poco original y bastante repetitivo para nosotras pero el "siempre juntas" es una promesa que voy a poner todo de mí para cumplir.
Ojalá nunca cambies, que sigas así, siendo como eres (menos esa "pequeña" cosa que no me gusta y que sabes que si no lo digo...reviento), haciéndome feliz en las buenas y reír en las malas. Bajándome a tierra cuando vuelo muy alto y ayudándome a alcanzar lo que no puedo.
Quiero que esto no se termine nunca, que cada vez sea mejor, que con cada pelea nos hagamos todavía más fuertes y que nada nos separe.
Un "te amo" no es suficiente pero es la única manera de resumir todo esto. Lo único que espero con todo mi corazón es poder hacerte muy feliz.

domingo, 27 de abril de 2014

En cosas cotidianas...

Contemplarte mientras no me mirabas se había convertido en una de mis costumbres favoritas, en un hábito adictivo.
Tu estabas fregando los platos. Era lo que te tocaba; yo había cocinado y tú tenías que fregar a cambio. Yo, mientras, te observaba apoyada en el marco de la puerta. Me encanta todo de ti, y en esos momentos en los que podía contemplarte sin que te dieras cuenta, me sentía la chica más afortunada del mundo. Todo lo que quería estaba en aquella cocina, en apenas seis metros cuadrados.
Estabas totalmente absorta en tus pensamientos, y yo me preguntaba en qué estarías pensando. ‘¿En qué se piensa mientras se friegan los platos?’ me preguntaba a mí misma, en un intento por razonar esos posibles pensamientos, pero no puedo concentrarme, me despistaba contemplándote. Era todo lo que podía pedir. Miento, todo y más.
El agua corría sobre aquellos platos usados de felicidad, con tus manos fuertes y grandes  los cogías con confianza. ‘¿Es posible saber cómo es una persona por cómo friega los platos? ¿Si lo hace con desgana, con ánimo, con firmeza, con delicadeza…?’ Otra pregunta más que añadía a alguna lista mental para responderla más adelante. Ahora no podía concentrarse en eso.
Intento recordar en qué momento había ocurrido todo, qué cambió en el mundo para que tú estuvieras ahí, haciéndome feliz y no en cualquiera otra parte del mundo, ajena a esta realidad. ¿Casualidad? ¿Azar? ¿Destino?
Ya estaba cansada de esperar, y me dirijí a ti, y te abracé por detrás. Tú no extrañaste nada, como si supieras que llevaba ahí todo el tiempo y estuvieras esperándome. Y puede que así fuera, y me dejabas que te contemplara, porque sabías que me gustaba, como también te gustaba a tí. Te secaste las manos con un trapo, y te diste la vuelta. Te rodeé con mis brazos, y te di un beso en la frente. Entre nosotras, ya sabes,  no hacían falta palabras, todo estaba dicho. Por eso te mantuve arropada con mis brazos hasta que tú te separaste y me miraste a los ojos:
-Me encanta cómo me miras – me dijiste.
-¿Y cómo te miro? – pregunté.
Te quedaste callada, pensativa. No eras capaz de expresar cómo era esa mirada.
A falta de palabras, me besaste. Con uno de esos besos que no te permiten pensar, que concentran tanto que son imposibles de definir, limitar. Aquel beso respondía a la pregunta.
-Me encanta cómo me besas – dijiste
-¿Y cómo te beso? – pregunté.
Y así; así se construye una vida, un amor, un sueño. Con más preguntas que respuestas. Con más hechos que palabras. Con más amor que miedo. Con más nosotras que vida.


jueves, 24 de abril de 2014

Como decirte....

Esta claro que no soy la chica más alta del mundo, que no tengo ni los ojos, ni la sonrisa más bonita que hayas visto nunca, que no tengo el mejor físico. 
Sé que a veces soy demasiado cabezota y llevo a todo el mundo la contraria, que otras veces soy un tanto insoportable, y que a veces me vuelvo una niña pequeña, que tal vez sueño mucho despierta. Que podría pasarme horas y horas callada delante de gente que no conozco.¿Qué que quiero decir con esto? Que posiblemente tengo más defectos que virtudes pero que....
cuando te enfades, te seguiré. Que cuando te quedes mirándome los labios, te besaré. Que te abrazaré tan fuerte que podré recomponerte los pedazos rotos.  Que cuando te quedes callada, te preguntaré que te sucede. Que cuando me ignores, intentaré por todos los medios llamar tu atención. Que cuando te pille desprevenida, te abrazaré por detrás para que te sientas protegida. Que cuando te vea mala, te diré lo bonita que estás cada segundo. Que cuando te vea llorar, intentaré sacarte las mejores sonrisas. Que cuando apoyes tu cabeza en mi hombro, prometo acariciarte el pelo de mil formas diferentes. Que cuando no me respondas durante mucho tiempo, me aseguraré siempre de que todo esté bien.Que cuando tengas frío, te daré tanto calor que te sobrará todo. Que cuando me digas que me quieres, recordaré que no hay nada comparable a tu amor. Que cuando me agarres de la mano, jugaré con tus dedos. Que cuando me cuentes algún secreto, lo guardaré como el tesoro más preciado. Que cuando me mires a los ojos, no quitaré mi mirada hasta que tú lo hagas. Que cuando me digas que todo esta bien, insistiré hasta saber que es lo que verdaderamente pasa. Que cuando el mundo te pueda, te daré mil y un motivos para seguir adelante. Que cuando te duela el pasado, juntas construiremos un futuro fuera de todo aquello. Que si cometes algún error, lo veré como una nueva lección para no repetirlo...
Que todo esto lo haré por qué no se como decirte que eres todo lo que quiero. Que quiero que cuides de mi. Que tienes la culpa de todas mis sonrisas. Que quiero una vida contigo. Que quiero llorar contigo. Que eres mi estrella en las noches. Que quiero amaneceres contigo. Que quiero que me abraces fuerte cada minuto del día. Que quiero soñar contigo sabiendo que el mejor sueño eres tú....
Que soy muy muy afortunada aunque parezca raro, de tenerte en mi vida y que me resulte tan tan tan difícil decirte adiós, en cada despedida. 

miércoles, 9 de abril de 2014

Qué bien nos sienta.

No te imaginas cuanto me aburren los domingos sin contar lunares en tu espalda. Me he comprado un mapa astral y ni con esas; parece mentira que incluso a oscuras pudieses tener tanta luz –o yo tantas ganas de convertirte en luciérnaga aunque no fuese así. Ya sabes que me asusta la oscuridad y me encantan las excusas. Como pedirte en voz baja después de hacerme la dura que te quedes diez minutos más, y tu cara en el espejo a las diez de la mañana, con los ojos a medio abrir y la sonrisa ya puesta. Qué bien te sienta que te quiera de cerca. Y a mí que de cerca me quieras. 
Me pido para siempre matarte de hambre en los desayunos a besos, y el ser la envidia del mundo por recibir todos los tuyos. A eso siempre te dejaré que ganes, porque no soy lo suficientemente cabezota como para negarme a ello. Te prometo que para mantenerlo trataré cada segundo de hacerlo tan especial como pueda. Gritar más en silencio y hablar más con los ojos aunque tú no lo entiendas, pero seas capaz de sentirlo y a mí con eso me valga – porque sé que descifrar esos jeroglíficos es la excusa perfecta para que te quedes un día más.
Escribir poesías sobre el compás al que se mueve tu pecho y bailar un vals con cada aliento. Y no contártelo nunca, pero decirte mientras duermes que eres la historia más bonita que podría haber escrito jamás. Y que tú al saberlo sonrías. Qué bien te sienta estar en mi vida . Y a mí que me la desordenes.
Que me valgas todos los días incluso discutiendo y que la única costura que tenga valor de destrozarse sea la de la comisura de nuestros labios de tanto reírnos. En el fondo es buena idea, yo sé remendarlas a besos. Tener para siempre como comodín en los días malos reordenar los puntos cardinales de tu cuerpo para no perder jamás el norte y que tú midas centímetro a centímetro mis piernas cada vez que creo no estar a la altura porque puede que el equilibrio también entienda de diagonales, y no solo de líneas rectas. Qué bien te sienta este año y siete meses. Y a mi todos los que sé que quedan. 



viernes, 4 de abril de 2014

Mi autora.

Yo solía ser de las que creían que el amor nacía una noche en una discoteca y se perdía cuando apagaban los neones y echaban el cierre,  o que era tan falso y superficial como el de las películas.
Pero desde que llegaste tú me he dado cuenta de que mi punto de vista a cambiado bastante, que ahora me fijo en como se rozan los codos sin querer y no se apartan, o como se cruzan las miradas y ninguna de las dos la baja avergonzada, o como algo tan simple como acariciarte la espalda en un movimiento repetitivo puede parecer tan dulce y protector. Ahora me doy cuenta de que los amores de la literatura son mucho más realistas, con sus tragedias y sus capítulos llenos de odio y dolor, que en las películas solo hay chicas guapas con chicos guapos y eso es lo menos importante. Poco a poco me has ido enseñando a cómo vivir un amor de cuento, a que cada coma sea uno de tus pañuelos enredados en mi cuello, que cada espacio signifique una sonrisa sin palabras, con tus ojillos entornados y llenos de brillo como los de un niño feliz e inocente, y cada punto solo signifique el inicio de una nueva frase en mayúscula. 
Cuando tienes a esa persona especial no te hace falta nada más, cuando sois solo vosotros. Cuando conoces a la persona que sabe encajar perfectamente sus labios con tu corazón nada más importa, solo con verla a ella feliz todo esta bien. Y da igual si el mundo está en vuestra contra, da igual que gigantes armados quieran arruinar vuestro cuento, o que no haya magia suficiente. Porque solo con miraros no hace falta hablar. 
Me has dejado el corazón trastocado, sin saber por donde agarrar el amor cuando se tiene tan cerca y a la vez tan lejos. Me has devuelto las ganas de vivir incluso los días más tristes de invierno, solo por ver cómo será el siguiente capítulo. Y que nunca escribamos el final. Y que tu siempre seas mi autora. 

martes, 1 de abril de 2014

Te he encontrado.

¿Alguna vez habéis encontrado a esa persona que hace que cada día parezca mucho mejor, que cada día parezca más cálido, más brillante e incluso más veraniego?
¿Alguna vez habéis encontrado a una persona que sabe verte incluso cuando no eres? Incluso cuando te escondes de ti misma, y finges que todo esta bien, que eres más fuerte. Incluso cuando crees que tu mirada esta limpia, esa persona sabe desarmarte con dos simples frases.
¿Alguna vez habéis encontrado a esa persona que te da la vida día a día? Y que por más que le das las gracias, sientes que nunca es suficiente, porque es difícil explicar lo que se siente cuando alguien acaricia las cicatrices de heridas que parecen tan recientes y que dolieron tanto. 
¿Alguna vez habéis encontrado a esa persona que sabéis a ciencia cierta que merece todo lo mejor de este mundo? Y que cuando sufre te duele, igual que acabas comprendiendo que tu dolor no solo te hace daño a ti. 
¿Alguna vez habéis encontrado a esa persona que te hace sentir bien? Simplemente eso, bien. Que te aleja de los malos recuerdos, de los pensamientos violentos, de las noches más oscuras y de los días más largos. Y todo con un simple abrazo.
¿Alguna vez habéis encontrado a esa persona que os besa el alma con un simple roce? Aunque no sea a posta, aunque simplemente sea una casualidad, un giro inesperado.
¿Alguna vez habéis encontrado a esa persona que entienda vuestra locura y la disfrute cada segundo? Que no le importe si estás un poco más loca que la mayoría de las personas. 
¿Alguna vez habéis encontrado a esa persona que te dice " qué bonita estás hoy" incluso en los días donde el mundo te puede?
¿Alguna vez habéis encontrado a esa persona que al echarla tanto de menos e imaginarla eres capaz hasta de tocarla?


Espero de verdad que la encontréis, porque yo lo hice, y desde entonces vivo a base de pequeños detalles que lo valen todo.